Gonadotropina Coriónica Humana

Hace unas pocas semanas, antes de enterarnos de que Paola estaba embarazada –justo antes, como es usual–, Paola y yo sospechabamos que estaba embarazada. Compramos una prueba de embarazo en la farmacia que indicó que efectivamente estaba embarazada. La prueba, y el retraso de la periódica menstruación de Paola nos convencieron. Empezamos a avisarle a nuestros familiares y amigos.

La reacción de algunos me tomó por sorpresa: algunos parecían dudar bastante del embarazo mientras no fuera confirmado por una prueba de gonadotropina en un laboratorio.

Aquí debería decir que yo no sabía mucho de las pruebas de embarazo que venden en la farmacia y de lo que sí sabía no estaba muy seguro, pero me parecía que (1) detectan gonadotropina (coriónica humana, pero eso lo consulté para escribir esta entrada) en la orina, (2) que tienen muy pocos falsos positivos, es decir, que si dicen que alguien está embarazada es muy poco probable que no lo esté, y (3) que aunque tienen mas falsos negativos que falsos positivos, tienen muy pocos despues de cierto tiempo (que recordaba era como dos semanas después del inicio del embarazo). Ah, y también recordaba haber leído que la gran mayoría de los errores en estas pruebas ocurren porque los usuarios no siguen las instrucciones correctamente (incluyendo tomar la prueba demasiado poco tiempo despues de cuando tocaba la primer menstruación ausente).

Dado esto, pensé que me insistían en la prueba del laboratorio, no porque fuera de gonadotropina, sino porque podía ser una prueba de sangre, que creía (tampoco muy seguro) era mucho más sensible que la de la orina –o al menos, que la prueba para la orina que venden en la farmacia– y que no solo detectaba la presencia o ausencia de la hormona, sino que medían la cantidad de la hormona presente y que esto (y aquí ya no estaba nada seguro de recordar bien) permite estimar cuanto tiempo lleva el embarazo.

Pero me quedó la duda, ¿por qué tanta insistencia en la prueba del laboratorio? ¿No es lo más natural pensar que si dos personas están tratando de embarazar a una de ellas, y ésta es una mujer regular que lleva dos semanas de retraso a quien una prueba con muy pocos falsos positivos le indicó que está embarazada, si es esa la situación, no es natural pensar que efectivamente está embarazada, que probablemente sería prudente confirmarlo con una prueba de sangre, pero que sería socialmente inapropiado mostrar escepticismo?

Rápidamente se me ocurrieron varias explicaciones. La primera y más obvia es que, como yo, habían leído u oído que la gran mayoría de los errores en las pruebas de embarazo ocurren por culpa de gente que no sigue las instrucciones y que no pudieron, conociéndome, descartar su duda. Esta explicación no me gustaba mucho porque me parecío que no tomaba en cuenta suficientemente la contribución de Paola al procedimiento de tomar la prueba, la cual seguramente estas personas no podrían en duda, pero incluso me pareció ligeramente injusto hacía mí: las instrucciones no eran complicadas (sostén la prueba en el chorro de la orina en tal ángulo, después dejala reposar en tal otro durante tanto tiempo, mira tal cuadrito y decide si lo que ves es o no es una rayita azul perpendicular al eje mayor de la prueba, etc.) y no me tomó más de dos o tres intentos notar mi único error: las instrucciones no iban dirigidas a mi, sino a Paola. (No me sentí mal al respecto: es normal, pensé, errar por nervios en estos casos y decidí tomar todo el incidente simplemente como una buena oportunidad de orinar sobre un objeto inusual.)

Otras posibles explicaciones que se me ocurrieron: (1) una mala experiencia personal en el pasado con un falso positivo que los dejó sensibles ante esa posibilidad (pero me parece muy poco probable que esta sea la explicación correcta en varios casos independientes), (2) que recordaron intercambiadas las estadísticas sobre falsos positivos y falsos negativos (idea que me hizo correr angustiado a revisarlas), (3) que fueron víctimas de una campaña publicitaria exagerando las imprecisiones de las pruebas baratas de la cual yo me perdí por no ver suficiente televisión (o por ver televisión gringa, si es que fue más atrás en el tiempo).

Sigo sin saber que motivó la duda de algunos de nuestros familiares y amigos, pero ya habiendo llevado a Paola por una prueba de laboratorio que confirmó el resultado y habiendo notado que no me da tanta curiosidad saber que pasó, decidí relegar el asunto a la categoría de «la próxima vez que hable con ellos les pregunto si me acuerdo y si la conversación necesita un poco de ayuda, ah, y tal vez saque de esto una entrada para el blog».